Por
Pedro Pizano
,
Luke Englebert
,
y
Brad Singer
Durante las dos últimas décadas, la comunidad internacional ha considerado a Georgia como una democracia emergente en Europa del Este.
Sin embargo, en una región también amenazada por la influencia autocrática de la Rusia dirigida por Putin, Georgia ha visto cómo se erosionaban sus normas democráticas, especialmente en lo relativo a la libertad de prensa.
Comenzó, en parte, con los cargos presentados contra la ejecutiva de medios Nika Gvaramia el 1 de noviembre de 2019.
Gvaramia fundó el canal de televisión Mtavari, uno de los pocos medios de comunicación que vigilan a la clase política georgiana y a su actual partido gobernante.
El 16 de mayo de 2022, un tribunal georgiano condenó a Gavarmia -que ha criticado al partido Sueño Georgiano y a su fundador Bidzina Ivanishvili (un oligarca georgiano con presuntos vínculos con Vladimir Putin y el Kremlin)- a 3,5 años de prisión acusado de «abuso de posición» cuando trabajaba para la cadena de televisión Rustavi 2. Entre los motivos de esta injusta condena, la fiscalía citó el uso personal de un coche de empresa, que según ellos equivalía a malversación.
Los expertos subrayan que el momento del encarcelamiento de Gvaramia coincide con la solicitud de adhesión de Georgia a la UE y podría -y quizá deba- socavar su consecución del estatus de candidato. El McCain Institute ya había dado la voz de alarma sobre la detención de Gvaramia y sigue pidiendo su liberación.
La comunidad internacional debe mostrar su apoyo a los activistas georgianos sobre el terreno, lo que incluye abogar por la liberación de Gvaramia. Una vez concluida su condena (pendiente de revisión por el Tribunal Supremo), una de las mejores formas de garantizar la libertad de Gvaramia es mediante un indulto presidencial.
La actual presidenta, Salome Zourabichvili (que no pertenece al partido Georgia Dream), apoyó e indultó a 10 presos durante las últimas vacaciones de Semana Santa. El camino de Gvaramia hacia el indulto presidencial está claro. El McCain Institute y otras organizaciones siguen reclamando esta acción.
Candidatura a la UE
Georgia debe garantizar unos medios de comunicación libres e independientes para entrar en la UE.
Uno de los 12 objetivos o prioridades creados por el Parlamento Europeo para la candidatura de Georgia como Estado miembro exhorta a Georgia a:
«Emprender mayores esfuerzos para garantizar un entorno mediático libre, profesional, pluralista[,] e independiente, en particular garantizando que los procedimientos penales incoados contra propietarios de medios de comunicación [Nika Gvaramia] cumplan las normas jurídicas más estrictas.»
Sin embargo, los actuales funcionarios del partido Sueño Georgiano reprimen a los medios de comunicación independientes presentando 11 demandas idénticas de Demandas Estratégicas contra la Participación Pública (SLAPP, por sus siglas en inglés) contra Mtavari. También se han modificado las leyes para obligar a los acusados a pagar las multas incluso durante el proceso de apelación. Otros canales de televisión también lo han experimentado.
A pesar de ello, Mtavari persiste en su labor. Al fin y al cabo, el verdadero sueño georgiano da prioridad a la libertad de prensa.
Otros esfuerzos de promoción
Deben mantenerse otros esfuerzos internacionales en favor de la defensa de Georgia, como buscar y exigir la liberación médica del ex presidente Mikheil Saakashvili.
Las recientes sanciones a cuatro jueces georgianos por corrupción demuestran que otros mecanismos eficaces pueden incluir sanciones personales a Ivanishvili y otros infractores.
Además, los defensores deben continuar sus esfuerzos para añadir a Gvaramia a la lista #WithoutJustCause del Departamento de Estado.
Las medidas preventivas para preservar la democracia georgiana deben empezar por el panorama mediático del país. Si se toman las medidas adecuadas, Georgia será un ejemplo en la actual batalla ideológica entre las democracias liberales libres y el naciente autoritarismo competitivo.
Para el bienestar de los ciudadanos de Georgia y la democracia regional, Europa Oriental necesita una Georgia libre, segura y justa. Si Nika fuera libre.